A diferencia de los motores de gasolina, los motores eléctricos no requieren de combustibles, lo que disminuye su afectación al medioambiente. Además, su impacto acústico es mucho menor, permitiéndole al operador trabajar con mayor serenidad en cualquier entorno.
Los modelos disponibles en nuestro catálogo son el TR 61 E y el TR 91 E, ambos de probada fiabilidad, tanto en lo que respecta a su larga vida útil como a la seguridad de los usuarios.
Gracias a la posición del motor, ubicado en la parte trasera de la máquina para un mayor equilibrio, y a unos componentes ligeros, las desbrozadoras eléctricas resultan máquinas muy estables. El motor está protegido por bobinas de cobre, y cuenta con un interruptor térmico que se encarga de detener el motor en caso de sobrecalentamiento. El eje, fabricado en acero flexible, está protegido por una cubierta autolubricante.
Estas herramientas son muy sencillas de manejar. La unidad de corte cuenta con un escudo protector de esquinas redondeadas que cubre un radio de 135º, lo que permite que la máquina se desplace fácilmente sobre cualquier tipo de terreno.